martes, 13 de septiembre de 2016

ciudad inteligente

La expresión «ciudad inteligente» es la traducción y adaptación del término en idioma inglés «smart city». Es un concepto emergente, y por tanto sus acepciones en español y en otros idiomas, e incluso en el propio idioma inglés,1 están sujetas a constante revisión. Es también un término actual, que se está utilizando como un concepto de marketing(mercadotecnia) en el ámbito empresarial, en relación a políticas de desarrollo, y en lo concerniente a diversas especialidades y temáticas.
La «ciudad inteligente» a veces también llamada «ciudad eficiente» o «ciudad súper-eficiente», se refiere a un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad2 que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas, y de los propios habitantes, tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales.3
Una ciudad o complejo urbano podrá ser calificado de inteligente en la medida que las inversiones que se realicen en capital humano (educación permanente, enseñanza inicial, enseñanza media y superior, educación de adultos…), en aspectos sociales,1 en infraestructuras de energía (electricidad,4 gas),5 6 tecnologías de comunicación (electrónica, Internet) e infraestructuras de transporte,4 contemplen y promuevan una calidad de vida elevada, un desarrollo económico-ambiental durable y sostenible, una gobernanzaparticipativa,7 una gestión prudente y reflexiva de los recursos naturales, y un buen aprovechamiento del tiempo de los ciudadanos.
Las ciudades modernas, basadas en infraestructuras eficientes y durables de agua, electricidad, telecomunicaciones, gas, transportes, servicios de urgencia y seguridad, equipamientos públicos, edificaciones inteligentes de oficinas y de residencias, etc., deben orientarse a mejorar el confort de los ciudadanos, siendo cada vez más eficaces y brindando nuevos servicios de calidad, mientras que se respetan al máximo los aspectos ambientales y el uso prudente y en declive de los recursos naturales no renovables.8

Smart City Nansha,9 en Guangzhou,China.
Actualmente, el concepto de ciudad (más) inteligente, o de espacio (más) inteligente, es muy utilizado en marketing por parte de expertos en sociedades comerciales y en aglomeraciones urbanas. Sin embargo, en muchos casos, se pone énfasis en un solo aspecto, lo que en buena medida traiciona el concepto que se intenta desarrollar, que tiene un importante componente holístico e integral.10
En efecto, una ciudad o un territorio que se considere inteligente se manifiesta fundamentalmente por su carácter multidimensional y multifacético, en términos de actores, en cuanto a dominios clave (transportes, energía, educación, salud, residuos,4 vigilancia, economía…), y en desarrollo y utilización de tecnologías.11 Naturalmente, los principales actores del sector privado implicados en un proyecto como el analizado de ciudadterritoriobarrio o edificio inteligente, son los industriales y empresarios de sectores clave, tales como energía, agua, transportes, y servicios… así como dirigentes de empresas públicas de telecomunicaciones e infraestructuras, editores, proveedores de logicales de apoyo a la gestión, así como a la administración y a la consultoría.

En líneas generales, una ciudad se puede definir como "inteligente" o como "inteligentemente eficiente", cuando la inversión social, el capital humano, las comunicaciones, y las infraestructuras, conviven de forma armónica con el desarrollo económico sostenible, apoyándose en el uso y la modernización de nuevas tecnologías (TIC), y dando como resultado una mejor calidad de vida y una gestión prudente de los recursos naturales, a través de la acción participativa y el compromiso de todos los ciudadanos.

Tarjeta inteligente en un torniquete del Metro de la Ciudad de México.
Desde el punto de vista tecnológico, una "ciudad inteligente" viene a ser un sistema ecosostenible de gran complejidad (sistema que contiene muchos subsistemas), o sea, un ecosistema global en el que coexisten múltiples procesos íntimamente ligados y que resulta difícil abordar o valorar de forma individualizada.
La IATE (base de datos de referencia de la Unión Europea) enfatiza en relación a este concepto -vinculado con la logística y el conjunto de tecnologías y de procedimientos- que se podría colaborar en la administración y ordenamiento de algunas ciudades, de forma que para el año 2020 se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en más del 20 % (en comparación con el año 2010), se aumente un 20 % el uso de energías renovables para la producción de electricidad, calefacción, y climatización, se incremente en un 20 %, la eficacia en el consumo energético por parte de los consumidores finales y se reduzca hasta un 20% el consumo de energías primarias.17 En definitiva, se apunta a lograr un desarrollo urbano o territorial que mejore activamente la calidad de vida del ciudadano, conciliando y satisfaciendo las necesidades tanto de las empresas e instituciones como de las personas, gracias al uso extendido de las TICs, en comunicación, movilidad, eficiencia energética, y uso sostenible del medio ambiente y recursos naturales.18 19
En la práctica, y a nivel popular, se concibe una ‘Smart City’ como una ciudad comprometida con su entorno, con elementos arquitectónicos de vanguardia y donde las infraestructuras están dotadas de las soluciones tecnológicas más avanzadas. Una ciudad que facilita la interacción del ciudadano con los diversos elementos institucionales, urbanos, y tecnológicos, haciendo que su vida cotidiana sea más fácil, y permitiendo el acceso a una cultura y una educación que hacen referencia tanto a los aspectos ambientales, como a los elementos culturales e históricos.
El concepto de "smart city" se articula sobre la base de cuatro ideas esenciales:20
  • Las cuestiones ambientales y las restricciones energéticas;
  • La comunicación fluida de los actores entre sí: colectividades, ciudadanos, empresas, instituciones;
  • El uso compartido de bienes y servicios, con una activa participación de los usuarios en la concepción de productos, servicios, y modalidades operativas, y renunciando en algunos casos a la propiedad y uso individual;
  • La integración de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, la robótica y los sistemas inteligentes de transporte, que potencian el funcionamiento en red; la modificación de la matriz energética a favor de las energías renovables, y el cambio de comportamiento y usos por parte de los ciudadanos.
Para Rudolf Giffinger, las "ciudades inteligentes" pueden ser identificadas y clasificadas, según seis criterios principales o dimensiones principales,21 22 y dichos criterios son:
  • economía,
  • movilidad,
  • medioambiente,
  • habitantes,
  • forma de vida,
  • administración.
Estos seis criterios o aspectos se conectan con las tradicionales teorías regionales y neoclásicas del crecimiento y desarrollo urbano, y respectivamente están basados en la teoría de la competitividad regional, en la economía de los transportes y de las tecnologías de la información y de la comunicación, en los recursos naturales, en el capital humano y social, en la calidad de vida, y en la participación de los ciudadanos en la vida democrática de la ciudad.
Para Jean Bouinot, «la ville intelligente est celle qui sait à la fois attirer et retenir des entreprises employant de la main-d'œuvre hautement qualifiée» (en español: « la ciudad inteligente es la que atrae la instalación de empresas, que en líneas generales emplean mano de obra calificada y altamente cualificada»).23 24
Y para Fadela Amara, una "ciudad inteligente" lo es fundamentalmente a través de la digitalización, utilizando todo el abanico de tecnologías disponibles al servicio de los ciudadanos. Igualmente, una "ciudad inteligente" debe ser capaz de crear empleos, además de tener un sistema de transportes de alta calidad al servicio de los residentes, para así garantizar una buena y cómoda movilidad. A esta lista también se agregan, hogares saludables y funcionales, un buen sistema sanitario y educativo, y facilidades en materia de ocio y diversión.25
Las definiciones planteadas varían según el autor consultado, lo que no debe sorprender pues como ya se dijo, el concepto es emergente y dinámico. Por otra parte, se observa que se llama ciudad inteligente a algo que no tiene todas las características enunciadas, que no manifiesta una preocupación notable por el medioambiente, o está lejos de esa componente holística e integral a la que antes se hacía referencia, entonces nos acercaríamos más al concepto de 'ciudad planificada', o 'ciudad digital'. Se entiende este escaso apego a la terminología o una cierta tergiversación debido a intereses comerciales o de tipo político. En muchos casos, las campañas de promoción y propaganda toman al ideal de la ciudad inteligente como atractivo lema publicitario.

FUENTE: wikipedia.org

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